CRONICA DE UN IMPEACHMENT ANUNCIADO.
Updated: Apr 7, 2020
Escrito el 3 de noviembre de 2019. Un 80 por ciento de la población votante sufre del ´Trump Derangement Syndrome,´ el Síndrome de Obsesión con Trump.

Tengo un amigo que se jubiló hace un par de años después de más de cuatro décadas como periodista cubriendo política nacional. Hablo con alguna frecuencia con Tom, que fue uno de mis mentores cuando me inicié en este oficio hace mucho tiempo. Ayer me decía esto sobre la contienda presidencial estadounidense : ''A final de cuentas, estas elecciones las decidirán los votantes independientes que ni adoran ni detestan a Trump. Un 80 por ciento de la población votante sufre del ´Trump Derangement Syndrome,´ el Síndrome de Obsesión con Trump. El 40 por ciento adora al presidente y el otro 40 por ciento lo detesta.´´
Según mi amigo Tom, probablemente es verdad que la llamada base electoral trumpista seguiría apoyando al presidente -como dijo el mismo mandatario- si asesinara a tiros a una persona en la Quinta Avenida de Nueva York a plena luz del día. A la vez, mi ilustre colega dice que también hay una igualmente feroz base anti-trumpista que jamás votaría por el presidente aunque éste resucitara a su mítica víctima de la Quinta Avenida y luego diera una caminata sobre las aguas del río Hudson.
Yo pensaba en esto hoy mientras estuve pegado por horas frente a un televisor viendo la primera audiencia pública en el proceso de ´´impeachment´´ del presidente que se ha iniciado en la Cámara de Representantes. Escuché con mucha atención los testimonios de George Kent, el subsecretario de Estado Adjunto para Europa y Europa Oriental, y William Taylor, el embajador estadounidense interino en Ucrania. Ambos fueron interrogados por los abogados de la mayoría demócrata y la minoría republicana del Comité de Inteligencia de la Cámara y también respondieron a las preguntas de los miembros de ambos partidos que pertenecen a ese comité. Hubo momentos en que me pareció que estaba viendo una película que ya conocía. Básicamente, Los demócratas buscan probar que el presidente Trump trató de extorsionar al presidente de Ucrania, obligándolo a anunciar públicamente el inicio de una investigación del ex presidente vice presidente Joe Biden y su hijo, el abogado Hunter Biden. Según los demócratas, el presidente Trump abusó de su poder al condicionar casi 400 millones de dólares en ayuda exterior a Ucrania, aprobada con amplia mayoría bi-partidista en el Congreso, cambio de que el nuevo presidente ucraniano aportara información negativa sobre los Biden. Por otra parte, los republicanos arguyen que no hubo extorsión ya que la ayuda a Ucrania fue entregada y el gobierno ucraniano nunca llevó a cabo la investigación y por ende no proveyó los supuestos trapos sucios de quien hasta hace poco se decía era la mayor amenaza a la re-elección del presidente Trump.
No hubo sorpresas en esta primera audiencia pública. Los testigos impresionaron por su talante de veteranos diplomáticos de carrera. Por otra parte, algunos de los miembros del Comité de Inteligencia pecaron de exceso de dramatismo, sobre todo el republicano Jim Jordan, de Ohio. Jordan, que fue dos veces campeón nacional de lucha olímpica cuando era universitario, alzó la voz e interrumpió a los testigos de manera agresiva. No sé que impacto pueda tener esto en el público televidente que sintonizó la audiencia pública. A mi me resultó desagradable.
No tengo información por el momento sobre el ´´rating,´´ la sintonía, de esta primera audiencia pública en el proceso de impeachment, que fue transmitida en directo no solo por Cnn, Fox y Nbc, los principales canales informativos de la televisión por cable, sino también por las tres cadenas tradicionales de televisión abierta, Cbs, Abc y Nbc. Por otra parte, Univisión y Telemundo no interrumpieron su programación para trasmitir la audiencia pública.
Es indudable que este proceso de impeachment es histórico. A la vez, se hacen evidentes la fortaleza y la imperfección del sistema constitucional que impera en Estados Unidos. Existe un mecanismo constitucional para tratar de destituir a un presidente si éste ha incurrido en violaciones a la ley. A la vez, hay un debido proceso. El presidente tiene derecho a la defensa. Sin embargo, el gran defecto que tiene este proceso es que ya se pueden predecir los resultados. La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprobará acusaciones al presidente. Y en el Senado, que está controlado por los republicanos, no habrá una super-mayoría de 67 votos para destituir al presidente. Se supone que los 100 senadores sean una suerte de jurado en un juicio político al presidente. Pero ya esos miembros del jurado han llegado a un veredicto antes de que se hayan conocido todas las pruebas y se hayan escuchado todos los argumentos. A no ser que ocurra alguna sorpresa, los senadores demócratas votarán a favor de destituir al presidente y los senadores republicanos votarán a favor de declararlo no culpable.
El verdadero jurado lo constituyen los votantes que emitirán un veredicto en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020. Y como dice mi amigo Tom, el 80 por ciento de esos votantes ya decidieron a favor o en contra del presidente. Sufren del Síndrome de la Obsesión con Trump. Será el restante 20 por ciento el factor determinante sobre si el presidente se queda o se va. No sé cuantos de esos votantes van a estar al tanto de este proceso de impeachment.