QUE GANE LA DECENCIA Y LA HONESTIDAD EN MIAMI DADE
Updated: Aug 3, 2020
Escrito en la tarde del martes 28 de julio, Año de la Pandemia Yo creo en la gente de Miami Dade.
Creo en quienes siguen levantándose en la mañana y van a trabajar. En quienes antes de que nos golpearan la pandemia y la crisis económica tenían como ganarse el pan nuestro de todos los días honestamente y ahora se encuentran sin empleo. Así es la gente de mi vecindario. Así son mis amigos. Así es mi familia. Yo estoy absolutamente convencido de que vamos a vencer la pandemia y vamos a tener una recuperación económica en Miami Dade. Pero eso se logrará esencialmente por la decencia, la laboriosidad y el tesón de la gran mayoría de la gente de Miami Dade.Los políticos lo que tienen que hacer es estar a la altura de quienes dicen representar. No quisiera que en lo que queda de campaña proselitista antes de los comicios del 18 de agosto los aspirantes a la alcaldía de Miami Dade o a ningún otro cargo público, caigan en las guerras de fango, en los ataques personales que en el pasado han caracterizado las campañas políticas del sur de Florida.
Estamos en la peor crisis sanitaria y económica de la historia moderna de nuestro país. Esa crisis se está ensañando con nuestro pedazo de geografía. No es momento de bajezas ni de trampas.

Yo, desde hace mucho tiempo, me cansé del provincialismo, de la mediocridad, pero sobre todo de la deshonestidad de gran parte de nuestro liderazgo político local. Y siempre he detestado la política sucia de ataques personales que han marcado tantas campañas del pasado. Pero, ahora, más que nunca, vamos a necesitar líderes con verdadera voluntad de servicio público. No espero que surgirá un Abraham Lincoln o un Winston Churchill del proceso electoral del 18 de agosto en Miami Dade, que de seguro requerirá una segunda vuelta en noviembre. Pero sí pienso que es urgente que como parte de nuestra decisión sobre quien jurará como alcalde condal el próximo 17 de noviembre, tomemos en consideración quien entre todos los candidatos se parece más a la mayoría de los residentes de nuestro condado en decencia y honestidad. Miami Dade es un condado en que la mayoría de la gente es así, decente y honesta. Y así deben ser los políticos.
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