NO ME ENREDO EN LAS REDES
Updated: Feb 9, 2022
Lunes 8 de noviembre 2021
Las redes sociales a veces me parecen redes antisociales.
Hay momentos en que pienso que se les debería llamar redes fecales.
Como muchos, al principio me fascinó Facebook. Luego entré a Twitter. Y después saqué una cuenta en Instagram.
Todavía mantengo cuentas en esas tres redes, pero tengo mis reglas sobre como y con quien me comunico.
Ha sido un proceso evolutivo. Al principio, contestaba a los repugnantes haters y trolls. Un ejemplo fue mi cruel respuesta a una señora que me dijo en mi página de Facebook que yo hacía un ´´periodismo chancletero.´´
Busqué las fotos de la señora y vi que ella usaba chancletas como calzado predilecto y que tenía unas pantorrillas que parecían jamones y se retrataba con ´´rolos´´ en la cabeza. Se lo señalé, pero luego me dio lástima.
Y me arrepiento de haberle recomendado a un señor que quiso buscar bronca en Facebook que no debería sacarse fotos sin camisa porque tenía unos ´´man boobs´´ superiores en tamaño a los de Kim Kardashian.
De veras, se los juro, me dio pena después de escribir aquellas cosas tan insolentes.
Con el tiempo decidí que es mejor bloquear a los retorcidos.
Hay cosas de las redes que me siguen gustando mucho. Por ejemplo, no veo nada malo en que la gente comparta fotos de sus reuniones familiares o de sus perritos. Yo mismo a veces le saco y pongo en Instagram fotos de un desayuno que disfruté, una palma que me encontré en el camino y que me gustó (yo me enamoro de las palmas y a veces de las matas de coco) o de un gato simpático de mi vecindario que me maulló cariñosamente.
Tiene que haber algún espacio para la frivolidad, para el infantilismo inocente en cada una de nuestras vidas. Y yo disfruto de compartir lo frívolo e infantil mío en las redes, a la vez que me gusta que lo compartan otras personas conmigo.
Y, por supuesto, no tengo nada en contra de que se usen las redes para opinar inteligentemente de la política o diseminar algún tipo de información que uno leyó, vio o escucho.
Pero las redes sociales también me han hecho descubrir que hay demasiada gente antipática, amargada, fanatizada y bruta en el mundo, que se aprovecha de la protección de la distancia y en muchos casos del anonimato y las falsas identidades para propagar lo tóxico que les envenena.
´´Misery loves company. ´´ Ese es un maravilloso refrán que usan acá en Estados Unidos. Más o menos quiere decir que a los amargados les gusta mucho sembrar amargura.
Y ni hablar de las faltas de ortografía que se ven en las redes. No es que yo sea miembro de la Real Academia de la Lengua Española o de la Facultad de Literatura Inglesa de la Universidad de Yale. Bastante me equivoco yo. Pero, caramba, que triste descubrir que hay tantas personas, incluso universitarios, que escriben tan mal en español e inglés.
Pero los peores son los buscapleitos de Internet, los trolls, los haters, los consumidores voraces, insaciables, de lo que pica el pollo.
Yo los bloqueo.
Creo en la Primera Enmienda. Estoy de acuerdo en que el gobierno no debe coartar la libertad de expresión. Pero eso no garantiza a los imbéciles que un ciudadano privado como yo tiene la obligación de soportarles groserías ni darle importancia a sus estupideces.
Pienso que es útil intercambiar opiniones de una manera respetuosa. Estoy convencido de que el choque de ideas es esencial en la democracia. Pero tiene que haber corrección. Lo cortés no quita lo valiente.
Mi filosofía sobre el manejo de mis modestas redes sociales es esta: Con decencia, con modales, se permite casi todo. Pero si es con insultos o agresiones, de inmediato los mando a ese lugar mítico cuyo nombre se parece al de la ciudad más grande de Pakistán: Karachi.
Por cierto, hablando de las redes sociales, me parece que Mark Zuckerberg, el creador y mandamás de Facebook, desde hace tiempo ya habita ese mundo raro que hace poco juró será nuestro futuro, el Metaverso.
Y pienso que la meta de META, que es el nuevo nombre de la empresa matriz de Facebook, sigue siendo la misma meta de siempre: Hacer plata a como sea.
Pero ese es otro tema para abordar más adelante.
Abajo pueden compartir este articulo.