ME TIENEN HARTO CON LA PROPAGANDA POLÍTICA SUCIA EN MIAMI DADE
Escrito en la tarde del miércoles 12 de agosto, Año de la Pandemia
Estoy recibiendo correo mal oliente. No es por la señora que trae la correspondencia a mi buzón. Ella obviamente tiene buena higiene personal y a pesar del intenso calor miamense no despide desagradables olores corporales. No es que me le acerque mucho. Yo acato eso del distanciamiento social en tiempos de pandemia. Pero sé que no es ella la responsable del tufo que invade mi buzón.

El hedor es por el enorme volumen de propaganda política sucia que enloda muchas de las campañas que se están llevando a cabo aquí en Miami Dade. Hay elecciones el 18 de agosto en nuestro condado. Están en juego distintos cargos, a la vez que se celebran primarias del Partido Republicano y el Partido Demócrata para decidir algunas postulaciones en las elecciones de noviembre.
Yo no estoy inscrito en ningúno de los dos principales partidos. Soy votante independiente. Asi que no puedo votar en las primarias partidistas. Pero si puedo emitir mi sufragio en las contiendas para la Alcaldia Condal, uno de los escaños en la Comisión del Condado, y varias posiciones de jueces.
No voy a comentar aquí sobre las contiendas para jueces, más allá de decir que algunos de los titulares y quienes quieren sustituirlos lo menos que tienen es temperamento judicial, si uno se guía por sus frívolas, estúpidas y ridículas campañas. Es como si estuvieran compitiendo para ser juez de La Tremenda Corte, un legendario programa radial cómico de la Cuba de hace décadas que aún se escucha en algunos lugares, incluyendo Miami.

Pero las campañas para la Alcaldía y la Comisión de Miami Dade le ponen la tapa al pomo. La publicidad proselitista de los comités oficiales de campaña suele incluir algunas propuestas sensatas y hablan de las calificaciones de los candidatos. Pero tal parece que cada una de las candidaturas se ha buscado la forma de crear otros comités de acción política con nombres rimbombantes para lanzar todo tipo de ataques contra sus oponentes. Y esos comités se gastan una millonada enviando propaganda sucia a mi buzón. Sí, leyeron bien. A mi buzón. Estoy seguro que a todos los votantes de Miami Dade le llega también un aluvión de correo mal oliente de los políticos. Pero me he convencido que a mi me llega más que a nadie. Se están ensañando conmigo y con mi pobre buzón.
Yo sé que la política es un ´´blood sport.´´ Como uno de esos deportes en que corre la sangre. Estoy consciente de que una campaña política no tiene porque parecerse a los cantos gregorianos de monjes enclaustrados de la Edad Media o a un juego de canasta de damas de la alta sociedad. Pero, caramba, me tiene cansado la agresividad, la vulgaridad, el mal olor de toda esa propaganda política sucia que llega a mi buzón.
¡No se vale!
¡Sobre todo en tiempo de pandemia!
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