GRACIAS A LA VIDA. POR LOS LIBROS, POR LOS AMIGOS.
Updated: Feb 9, 2022
Archivo: Escrito 5 de diciembre del 2007 Yo me siento bien cuando estoy rodeado de libros y amigos. Son la misma cosa para mi. Cada libro es un amigo. Cada amigo es un libro.

CompartĆ con algunos amigos en una presentación y firma de mi libro, Escrito en Shenandoah, en la liberĆa Books and Books. Acudió menos gente de la que me habĆa dicho que irĆa. Pero la pasĆ© muy bien. Precisamente por la gente que fue y por el lugar.
Soy asiduo de Books and Books desde que lleguĆ© a Miami. Admiro lo que ha hecho Mitch Kaplan, el propietario. Ha creado un espacio ameno y atractivo en Miami, un oasis, para los amantes de los libros. AllĆ nos sentimos relajados, en casa. Books and Books es una de las pocas librerĆas independientes que quedan en Estados Unidos. Merece nuestro apoyo.
Yo ya habĆa presentado el libro en un hotel de Miami en agosto. Modestia aparte, aquella presentación fue una de las mĆ”s exitósas que ha habido en esta ciudad, por la nutrida concurrencia y el entusiasmo que generó. Pero en Miami no hay un verdadero lanzamiento de un libro si no se ha pasado por Books and Books. HabĆa que hacer algo en ese ese templo de la cultura, del amor a los libros.
Agradezco mucho a las personas que estuvieron en la presentación de ayer. Quiero hablar

de algunas de ellas.
Que emoción ver allĆ a mi amigo y compaƱero de travesĆas y travesuras , Guillermo Descalzi, y a su esposa, Rosita. Si hay alguien que se merece, que viste bien el nombre de una bella flor, esa es Rosita. Por su parte, Guillermo Descalzi es una de las personas mĆ”s inteligentes que yo he conocido en toda mi vida. Y con un valentĆa personal extraordinaria, sin alardes ni golpes de pecho. Poca gente sabe del coraje y la serenidad de Descalzi ante el peligro. Yo lo sĆ© de sobra. CubrĆ guerras con Ć©l.
AllĆ estuvo Guillermo MartĆnez, que fue mi excelente jefe y que es mi gran amigo de siempre. Yo le debo mucho a Guillermo MartĆnez. El periodismo hispano en Estados Unidos le debe mucho a Guillermo MartĆnez. Ha dejado una huella imborrable de calidad y excelencia en todo lo que ha hecho. Yo admiro y quiero mucho a Guillermo.
Allà estuvieron Kiki Garcia Montes y mi querido Phillip, Felipe. Una perfecta combinación, de reportera y camarógrafo estupendos. Y excelentes personas que son también. Felices son los hijos de Kiki y Felipe en tener padres como esos.
Allà estuvo mi joven y talentosa productora de Unión Radio, Carolina Montes de Oca. Caro, quiero que sepas que te admiro y te quiero por la excelencia de tu trabajo y por tu calidad humana.
AllĆ estuvieron mis hijos Ricardo y Lalo. Yo me siento orgulloso de ellos. Son nobles, inteligentes, personas decentes. A veces me inquieta que son demasiado buenos, demasiado generosos de espĆritu para este mundo en que vivimos.
Y que dicha que estuvieran allĆ mis primos Rangel Cruz y Marta Zayas. Rangel es brillante, talentoso, carismĆ”tico. Apenas comienza a vivir y ya tiene una madurez y serenidad deslumbrantes. No sĆ© porque me huelo que algĆŗn dĆa Rangel serĆ” polĆtico. Les aseguro que serĆ” el primer polĆtico que admiro totalmente. Mis primos Lupe y Mickie tienen que sentirse orgullosos de Rangel. Mis hijos y yo lo estamos. Y Marta, la genial e idealista Marta, consagrada a mejorar la calidad de vida, la cultura de sus alumnos. Maestra ejemplar. Digna descendiente de sus ilustres antepasados, el cultĆsimo y democrĆ”tico y tolerante Alfredo Zayas y Alfonso y el heróico General Juan Bruno Zayas y Alfonso.
Y allĆ estuvo mi editor, JosĆ© Carvajal. ĀæQuĆ© decir de Carvajal? Carvajal es una de las personas mĆ”s cultas, mĆ”s preparadas que han pasado por el periodismo hispano en Estados Unidos. Es un escritor extraordinario, un tipo verdaderamente genial y bondadoso, siempre generoso en sus elogios de los demĆ”s y genuinamente modesto en cuanto a su gigantesco talento. Carvajal es fuera de serie. Para mi representa todo lo que amo de su patria, RepĆŗblica Dominicana, una tierra pequeƱa que, ademĆ”s de su alegrĆa caribeƱa, esa dicha por la vida que se escucha en su mĆŗsica, esa gentileza nata, ha producido gigantes de la literatura que deberĆan ser mejor conocidos. Y que bien acompaƱado estuvo JosĆ©, con dos bellas dominicana , su esposa y su hija. Tiene ellas la exuberante hermosura y la elegancia de las palmas del Cibao.
Y pudiera seguir hablando de mucha de la gente que estuvo ayer conmigo. De Bernardo Jurado, ese venezolano excelente, que es la pura estampa de la caballerosidad, la dignidad y la cultura. De Enrique Córdoba, ese colombiano consagrado a la cultura, talentoso, solidario, buen amigo.
A todos los que fueron, gracias.
Yo me siento bien cuando estoy rodeado de libros y amigos. Son la misma cosa para mi. Cada libro es un amigo. Cada amigo es un libro.
Me sentĆ muy bien ayer. Entre libros. Entre amigos