DIARIO PUBLICO DE UN PERIODISTA EN MIAMI.
Edición del martes 11 de mayo de 2021
Me alarmó lo que vi en el noticiero Cbs This Morning. Dramático lo que dijo el presentador Anthony Dokoupil. Habló de las consecuencias del cierre del oleoducto Colonial.
Según Dokoupil, el ataque cibernético que paralizó el flujo de combustible a través del oleoducto ha desatado compras nerviosas y un alza en el precio de la gasolina en varios estados del Este del país. Hay colas en muchas gasolineras, dijo el joven presentador. En siete estados algunas gasolineras ya se quedaron sin combustible.
¡Horror de los horrores!
Mientras más hablaba Dokoupil, más inquietud sentía yo. Y la cosa fue empeorando. Dokoupil pasó a un reportaje del corresponsal Ed O´Keefe. Y vi imágenes de largas filas frente a unas bombas de gasolina en Virginia. Y O´Keefe dijo que en Carolina del Norte el gobernador había declarado una emergencia.
Y yo, que tenía el tanque de mi SUV casi vacío. Yo, que detesto hacer cola. Yo me estremecí. Que manera tan desagradable de comenzar esta mañana de martes.
Salí de mi casa refunfuñando. Bueno, en realidad esa es una manera de decir que estaba diciendo algunas de las malas palabras que incluí en mi columna de ayer, algo que me ganó un par de regaños de amistades que las leyeron. Y como no tengo ganas de que me vuelvan a regañar, pues -nada- voy a escribir esta vez que me enfogoné (palabra puertorriqueña que adoro) y que refunfuñé.
Estaba seguro que tendría que hacer cola para echar gasolina y me la cobrarían a más de tres dólares el galón.
Bueno, pues no fue así. Esta mañana, después de que terminé mi programa de radio, fui a una gasolinera en Doral y llené el tanque del SUV por menos de tres dólares el galón y no tuve que hacer cola. La cuenta entera fue de $36.76 pero eso incluye un lavado de carro, por el cual me cobraron unos centavitos menos de diez dólares.

No fue tan terrible la cosa. Por lo menos para mi, esta vez. Ya leí que en algunos lugares de Florida de un día al otro aumentaron por diez centavos el galón de gasolina.
Pero déjenme contarles lo que sucedió entre mi ataque de histeria temprano en la mañana viendo Cbs This Morning y el alivio que sentí ya casi terminando la mañana cuando llené el tanque de mi sediento SUV. En medio de todo eso, junto a mi colega María Fernanda Silva, hablé con Juan Fernández, un economista venezolano experto en temas energéticos.
Juan explicó que por ahora Florida no se verá muy afectada por el cierre del oleoducto Colonial. A nosotros, aquí en el Sunshine State no nos llega la gasolina por el oleoducto Colonial. Generalmente, la gasolina que nos llega es a través de barcazas. Advirtió Juan, sin embargo, que si el cierre del ´´pipeline´´ dura un buen rato, pues ahí sí que se nos complicarán las cosas en SoFlo.
De la forma en que entendí la explicación, si el cierre del oleoducto Colonial se prolonga lo que sucederá es que las refinerías de la zona del Golfo tendrán que reducir su producción, ya que tienen solo cierta capacidad de almacenamiento. Entonces habrá escasez de combustible en todo el Este del país e inevitablemente subirá el precio del galón de gasolina. La demanda excederá la oferta.
Y me imagino yo que también habrá colas en las gasolineras. Estaremos como Carolina y Virginia, donde según contaba el reportero de Cbs Ed O´Keefe, ya están de madre las cosas. Allí la gente está soltando muchas de las malas palabras que yo me estoy auto-censurando hoy.
La conversación radial entre Juan Fernández, María Fernanda Silva y yo abarcó también algo sobre lo que algunos llaman la revolución energética que supuestamente acabará con la era de los hidrocarburos. Fue interesante, lo que dijo Juan, pero no tengo tiempo de abordarlo acá.
Sí les cuento que yo tengo una duda un poco infantil sobre eso de la ´´energía verde.´´ ¿Cómo volarán los aviones de pasajeros y de carga? ¿Habrá enormes baterías que impulsen los aviones? ¿Hay algún Elon Musk de la aviación, promoviendo nuevas tecnologías de como ir de Miami a Londres o como traer flores de Medellín a Fort Lauderdale por los aires?
Se habla mucho de los carros eléctricos. Pero, nadie habla si al igual que ya vemos Teslas por la carretera I-95, veremos ´´aviones eléctricos´´ aterrizar despegar en nuestros aeropuertos.
Ya se los dije, es una duda infantil. Mis cuestionamientos muchas veces son infantiles. Mi profesor de periodismo, Barney Laschever, me dijo que el mejor periodista es el que cultiva su curiosidad infantil. Algo así como el niño que pide que le expliquen porque es que su mamá está tan barrigona y como es eso de que es una cigueña quien le traerá un hermanito, y porque no puede ser un pelícano o un águila quien provea el transporte y sí el hermanito va a ser francés y no se le va a entender cuando hable.
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